Si no hubiese estado sumergido en las vertientes del reggaetón, su futuro de todas formas sería la música y su letra estaría dedicada a la clase social más baja, aquellos que sufren o, como dirían en Panamá, al Ghetto. Muy adentro de sus entrañas reposa un salsero, que se quedó dormido cuando escuchó el perreo y el heavy metal, ritmos que no ha podido alejar y que lo han dado a conocer como "El Abayarde".Le marcamos a su celular para una entrevista y aunque parezca raro, no logramos distinguirle su voz, porque estamos acostumbrados a escuchar un tono ronco con el que interpreta sus canciones. Esta vez su voz era tranquila y pausada.
Para romper el hielo, le preguntamos de su último hijo, pero no de sangre, sino su nuevo bebé: "El Abayarde contraataca", su más reciente producción y de la cual asegura estar muy orgulloso. Nos contó que este disco salió hace ocho meses y es la primera vez que su disco sale simultáneamente en varios países.
"Todos mis discos se han distinguido por las fusiones y este no es la excepción, aunque lo traté de hacer más sencillo, mucho más accesible a cualquier tipo de persona", manifestó.
Asegura que este disco también lo ha llevado a viajar a muchos lugares de Europa y ha podido presentar su música en sitios que nunca antes había visitado.
Mientras Tego hablaba orgulloso de su disco, un llanto de un niño se escuchaba atrás, estaba desesperado. Se trataba de su pequeño hijo Esteban, que dentro de poco cumplirá un año. Este es el más pequeño de tres, le sigue Marcos de tres años, ambos de su actual matrimonio, y la más grande es una niña de 7 años, producto de su primera pareja. Como padre, asegura ser totalmente distinto. Dice que su esposa lo culpa de cómplice y alcahueta de sus pequeños.
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